Existen negociaciones encubiertas
    Chile requiere gas y agua del país para su desarrollo. El diario: feb 2004

• Un empresario de la vecina nación reveló los entretelones de varias tratativas.

El Gobierno chileno atraviesa por una situación desesperante, porque no cuenta con la seguridad de contar con el apoyo argentino para abastecer con gas y energía a la primera y segunda regiones de su territorio.

Ante tal extremo, las autoridades del vecino país, mediante una serie de mecanismos incluso secretos, pretendieron siempre concretar proyectos para adquirir el energético boliviano.

Por otro lado, los seis yacimientos de cobre que existen en la segunda región de Chile requieren de agua para continuar con las labores de explotación. Tomando en cuenta el poder económico que tienen esas compañías, el Gobierno chileno busca la forma para continuar con el empleo de las reservas hídricas bolivianas, tal como sucede hace años con el manantial Silala, que se encuentra ubicado en el cantón Quetena del departamento de Potosí.

El empresario chileno Lautaro Cabrera dijo que el gran potencial de los recursos hídricos del sudoeste potosino está hace varios años en la mira chilena, tanto en el caso del Silala como en lo referente a los pozos subterráneos del sector.

“Chile, hoy más que nunca, requiere de energía y agua para continuar con su desarrollo. Bolivia cuenta con un enorme potencial en reservas de gas y una riqueza aún no cuantificada en recursos hídricos en la frontera. Son las razones por las que los chilenos quieren suscribir un Acuerdo de Libre Comercio (TLC), porque eso facilitaría la apropiación de los recursos bolivianos”, manifestó.

Asimismo, informó que el gobierno de Ricardo Lagos instruyó no perforar más pozos en la segunda región, para evitar que se dañe el suelo del sector, considerando que se encuentra más árido que años atrás.

GAS
Por otro lado, Cabrera recordó que la exportación de gas “por y para Chile” era un hecho concreto y dijo que sólo la fuerza del pueblo alteño logró paralizar el proyecto que iba a benficiar a intereses de empresas bolivianas y del vecino país.

Sin embargo, aclaró que el problema sigue vigente, porque se elaboran grandes estrategias, algunas secretas, para lograr que el gas boliviano sea utilizado por los chilenos, sea de manera directa o través de Argentina.

“Chile, aunque no se lo quiere reconocer, requiere del energético boliviano, pero la férrea oposición que existe en Bolivia, principalmente en la región de El Alto, frena de una u otra forma a la oligarquía chilena”, manifestó.

De acuerdo con el empresario extranjero, la exportación de gas a Chile, proyecto del que es socio el ex presidente de la República, Gonzalo Sánchez de Lozada, tiene como artífice principal a la desaparecida “Enron”, empresa operada ahora por la compañía “Maxus”, de la cual fue gerente el también ex presidente boliviano, Jorge Quiroga Ramírez.

“La empresa Maxus, tomando en cuenta que el negocio del gas era un hecho concretado, construyó dos terminales eléctricas en Mejillones, a través de las también operadoras Codelco y Andesa, para recibir el gas boliviano, cada una de las terminales eléctricas tiene una capacidad de 700 mega wats”, denunció.

El empresario dijo, además, que las compañías intermediarias iban a recibir el energético de la “Pacífic LNG”, cuyo socio principal es la “Enron”, cuyo paquete accionario está conformado las entidades “Sempra” y “CMS”.

Según Cabrera, en la lista de compañías involucradas también aparece “Chilquinta”, que está sustentada por los partidos de extrema derecha chilena y es liderada por los hermanos Buchi y el Alto Mando en retiro de las Fuerzas Armadas de Chile.

Entre tanto, la empresa “Andesa” es de propiedad de Antonio Andrónico Luksic Abaroa, quien está asociado con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP’s) de Chile. Luksic es quien explota actualmente las aguas del manantial Silala sin pagar un centavo a Bolivia.

CAMUFLADO
En el negocio del gas en Chile aparece también la empresa “Gas Atacama”, cuyo gerente Rudhpy Araneda Kurvert, un asiduo visitante del territorio boliviano, se reune de manera constante con empresarios bolivianos interesados en negociar la venta del gas boliviano a los chilenos.

En 1995, la empresa ENAP de Chile suscribió un convenio con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para llevar gas desde Bolivia (Camiri), mediante la Broaken Hill Propetary (BHP), a Tocopilla, pero el proyecto fue declarado oficialmente como un fracaso.

Sin embargo, pese a los anuncios oficiales, se conoce que a través de Camiri, vía el norte argentino (Tucumán), se transporta gas boliviano para abastecer las necesidades de las regiones chilenas.

AGUA
Por otra parte, varias empresas del vecino país están muy interesadas en adquirir las aguas subterráneas de Bolivia, pero no están solas, porque tienen como cómplice a Gonzalo Sánchez de Lozada, por medio de la Compañía Minera del Sur (Comsur) y su socia: la empresa “Río Tinto Zinc”.

El ex Mandatario boliviano fue miembro del Directorio de Comsur, mediante su socia, la que también tiene acciones en la mina “Escondida” de Chile.

Las empresas interesadas en adquirir agua de Bolivia, además de la compañía minera dedicada a la extracción de Cobre, son “Inés de Collahuasi”, “Chuquicamata” y “Codelco”, entre otras.

La mayoría de esas entidades realizaron exploraciones cerca a la frontera con Bolivia para extraer las aguas subterráneas, pese a que existen normas que prohiben la realización de esos trabajos. Sin embargo, el Gobierno boliviano nunca dijo algo sobre el tema.

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