CUMBRE - PATRIA GRANDE

    Cumbre Sudamericana ante el reto de resolver problemas históricos y crear la Patria Grande

    - El presidente Evo Morales agradeció el acompañamiento de los presidentes sudamericanos al proceso de cambio que vive Bolivia y destacó el logro que significó la recuperación de los recursos naturales. El mandatario de Brasil, Luiz Lula Da Silva, exhortó a sus colegas para que los acuerdos se hagan realidad y no se pierdan en la burocracia de los gobiernos.

Agencia Boliviana de Información

presidentes durante la inauguración de la II Cumbre Sudamericana de Naciones

La II Cumbre Sudamericana de Naciones se abrió hoy en esta capital con el reto de hacer realidad los acuerdos de integración como el primer paso para la construcción de la Patria Grande y avanzar hacia la resolución los problemas históricos que afectan a los países de la región, en una jornada de inauguración que marcó a la unidad como un objetivo común de los jefes de Estado y de los líderes de los movimientos sociales.

Siete presidentes y dos presidentes electos; dos vicepresidentes, dos cancilleres, un ministro y un viceministro de países de Sur, Centro y Norteamérica fueron testigos de una jornada que inició el camino para construir la unidad en el marco de la diversidad cultural, social y política.

El Presidente Evo Morales Ayma, a tiempo de dar la bienvenida a los mandatarios que acudieron a la cita, destacó el avance de los pueblos en pos de esa integración al señalar que “es la primera vez, por lo menos que he visto en este corto tiempo como Presidente, que en esta cumbre estemos reunidos juntos: Cumbre Social y Cumbre Oficial para complementarnos y en esta Cumbre apostar por esta unidad sudamericana”.

Esta frase recogió lo que horas antes habían aprobado los líderes sociales e indígenas en la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos: construir desde la unidad una sociedad más equitativa, justa y solidaria, basada en el respeto a la Pachamama como alternativa al modelo de acumulación neoliberal y de libre comercio.

En anteriores cumbres regionales, la Cumbre Social siempre fue una reunión contestataria, pero la noche de este viernes esa impresión fue reemplazada por una cumbre complementaria.

En la misma línea sumida por los movimientos sociales e indígenas, el Presidente boliviano aseguró que “las políticas económicas vigentes no han resuelto los problemas económicos de las mayorías de nuestros pueblos y, segundo, me atrevo a decir, las políticas impuestas por alguna potencia, inclusive con cierta participación de los organismos internacionales”.

Morales señaló que en 10 meses de su Gobierno, Bolivia ha logrado algunos resultados importantes en cuanto al manejo del Estado con soberanía y dignidad nacionales lo que permitió la nacionalización de los hidrocarburos escuchando la voz del pueblo, cuyos beneficios comienzan a ser realidad para enfrentar la pobreza heredada en un país tan rico en recursos naturales.

En este contexto es que el presidente Morales destacó la situación económica de Bolivia, indicando que en el primer año de su gestión de gobierno, y después de 30 años, Bolivia no tendrá un déficit fiscal sino un superávit (que se prevé será del 5.9 por ciento), aspecto que atribuyó no sólo a las políticas de austeridad de su administración sino fundamentalmente a la nacionalización de los hidrocarburos que dispuso el pasado 1 de mayo.

El mandatario boliviano reconoció a los jefes de Estado por acompañar el proceso que lleva adelante, pero lamentó que “cuando se intenta resolver los problemas y con resultados positivos, no faltan la codicia, la envidia para que no pueda avanzar el proceso de cambio”.

“Estamos en la etapa de hacer historia. Hacer historia es dejar atrás la historia negra del saqueo, esa historia de injusticia. Tenemos la obligación de nacionalizar la justicia, especialmente en mis país”, les dijo Morales a sus colegas y agregó que es de interés de su Gobierno acelerar los procesos de cambio para que haya justicia e igualdad en nuestros países.

Explicó que llegó la hora de pensar en serio en la unidad para frenar imposiciones externas tal como lo hicieron líderes indígenas y quienes lucharon por la independencia que soñaron con una Patria Grande, y reivindicó el pensamiento del libertador Simón Bolívar y de los líderes originarios Tupac Katari y Tupac Amaru, entre otros, que lucharon por la unidad de los pueblos.

Para el presidente boliviano es destacable que en este proceso de búsqueda de los mecanismos que permitan avanzar hacia la integración, participen no solo representaciones oficiales, sino también de los movimientos sociales.

Por ello, el Primer Mandatario convocó a sus colegas a reforzar las democracias liberadoras y que dignifiquen a los países, aunque recordó que en el pasado las luchas por la unidad de los pueblos fueron traicionadas desde dentro de nuestros países.

“¿Por qué fracasaron esos procesos, esos intentos de unificación de Sudamérica o Latinoamérica?”, preguntó al auditorio el Jefe de Estado boliviano. “Llego a la conclusión que nuestros líderes que apostaron por la Patria Grande siempre fueron traicionados, algunos líderes, inclusive, fueron expulsados de su país, algunos descuartizados como Tupac Katari, pero también descuartizaron a América o Abya Yala”, respondió el propio presidente Morales.

“¿Qué veo en el fondo?, los modelos económicos aplicados hasta ahora no han traído soluciones, y siento que Latinoamérica empieza a terminar con las democracias subordinadas y sometidas. Perdonen que sea muy sincero con ustedes, presidentes, con ustedes compañeros dirigentes, y con todos los invitados especiales a este evento”, apuntó.

presidentes durante la inauguración de la II Cumbre Sudamericana de Naciones

BOLIVIA EL CENTRO DE LA INTEGRACIÓN
En ese contexto, Bolivia se constituyó la noche de este viernes, en el centro de atención de Latinoamérica donde arrancó la II Cumbre Sudamericana de Naciones con la presencia de mandatarios de la región y una fuerte apuesta por la integración.

El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva sugirió que la sede del futuro parlamento Sudamericano sea Cochabamba como centro no sólo de Bolivia, sino centro continental. Esta propuesta fue muy bien recibida por el Presidente Morales, quien comprometió todos sus esfuerzos para hacerla realidad.

Lula hizo un llamado para que los acuerdos que firmen a nivel de las cumbres presidenciales no sean simples papeles que se pierdan en la burocracia de los países, sino que se hagan realidad.

El presidente brasilero destacó el hecho de que la Comunidad Sudamericana se inscriba en el marco de una integración solidaria y que tenga en la lucha contra la pobreza y la exclusión sus principales objetivos, pero además esté enlazado con los movimientos sociales, afrodescendientes y trabajadores.

Hizo un recuento del recorrido de los procesos de integración y de los desafíos para la región sudamericana en el campo de la infraestructura,
energía, en el ámbito financiero y social.

El mandatario del Brasil expresó su plena solidaridad y respaldo con la propuesta de su colega boliviano, Evo Morales respecto a la necesidad de
hacer un seguimiento riguroso de los acuerdos en materia social para encarar el flagelo de pobreza.

Se refirió también a la urgencia de construir una verdadera ciudadanía sudamericana que permitiría una verdadera integración regional.

La testera del paraninfo la Escuela de Comando y Estado Mayor de Cochabamba estuvieron presentes los presidentes Evo Morales (Bolivia), Luiz Inacio Lula Da Silva (Brasil); Michelle Bachelet (Chile), Bharrat Jagdeo (Guyana), Alan García (Perú), Tabaré Vásquez (Uruguay) y Hugo Chávez (Venezuela).

También Carlos Serrano (vicepresidente de Ecuador), Daniel Scioli (vicepresidente de Argentina), María Roque (ministra de Desarrollo Social de Panamá), María Consuelo Arauco (canciller de Colombia), Jorge Champenter (viceministro para Asuntos de Latinoamericana de México) y Rubén Ramírez (canciller de Paraguay) en representación de los presidentes de estos países.

Igualmente se sumaron a este proceso de integración sudamericana los presidentes electos de Ecuador, Rafael Correa, y de Nicaragua, Daniel Ortega.

V o l v e r