HOMENAJE INTERNACIONAL AL CHE EN EL ANIVERSARIO 40 DE SU INMOLACIÓN POR NUESTRA AMERICA Y SU INDEPENDENCIA FINAL

Cuando lo mataron en Higueras, un viento de luto cubrió el orbe.

Comandante Ernesto Che GuevaraPor un momento los hombres se sintieron mutilados, como si a todos y cada uno se les hubiera arrancado de cuajo lo más puro, lo más digno, lo más esperanzado de sus corazones.

Y todos impotentes para impedirlo, después de haber temido por meses, semanas, días, que sucediera esa como muerte parcial de los humanos.

No importaba la raza, el continente, la religión, la ideología; cada uno le amó a su modo, le tomó su voz de río interminable, acompañó el trote de su Rocinante.

América Latina ha parido muchos héroes y grandes conductores. Nuestros pueblos los han querido, respetado y seguido.

Pero amor unánime, llameante, infinito sólo han recibido dos de éllos: Simón Bolívar y Ernesto Che Guevara.

Con una circunstancia, fruto de los siglos: en tanto el Libertador apenas es conocido en el Tercer Mundo, aparte de América Latina, el nombre del Che es bandera de rebeldía en la enorme superficie del globo donde los pueblos están esclavizados todavía, y allí donde el socialismo urge revolucionarse a sí mismo.

Conforme la Tierra gira, el sol alumbra siempre su efigie. Su mirada horizontal no se apaga jamás.

Comandante Ernesto Che GuevaraSi ese amor del que hablamos le prodigan incluso aquellos que no lo vieron nunca, los que departimos con él por varias horas y ocasiones; los que nos enfrentamos a sus ojos escrutadores y a su infatigable oído; los que supimos del calor de su mano y pudimos hablarle como al mejor hermano, nosotros, sentimos más acrecentados tanto el amor como la vergüenza.

Y si no podemos ser Hombres del Siglo XXI, igual que el Che, al menos somos leales a su sombra.

Jaime Galarza Zavala: Poeta, ensayista y periodista ecuatoriano, autor de una veintena de libros. Fue el primer ministro de Ambiente del Ecuador. Miembro del Consejo Editorial de Altercom

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