Los bloqueos mentales

Max Murillo Mendoza
La gran cantidad de conflictos que surgen por todo el país, sobre todo bloqueos de caminos, dan una idea de los graves problemas estructurales que hay en Bolivia.

Problemas estructurales heredados de quienes han conducido el llamado Estado boliviano, desde los albores de la independencia. Doctorcitos colonialistas, militares ignorantes y también colonialistas, buitres mestizos colonialistas que se repartieron como su nueva hacienda al país.

En esas repartijas destruyeron toda posibilidad de institucionalidad y Estado. Los resultados ya los sabemos: territorios perdidos, golpes de Estado sangrientos, dictaduras sangrientas, venta libre y barata de nuestros recursos naturales, y robo descarado de los recursos del Estado.

Nuestra historia es la historia del asalto de los grupos colonialistas a nuestros territorios. Ese proceso de desestructuración sigue en vigencia, porque el Estado colonial, depredador, corrupto, prebendal, clientelista y corporativista no se ha desmontado. Esa lógica perversa colonial de la institucionalidad del Estado republicano está absolutamente vigente.

Es cierto que gestionar y gobernar este país no es nada fácil. Y el MAS simplemente sufre lo que ya sabemos: el poder desgasta, sobre todo la falta de visión y estrategias claras a la hora de gestionar un país como Bolivia: desestructurado como herencia colonial y republicana.

Hay que añadir además a unas clases altas ignorantes y poco democráticas que desde siempre desconocen las lógicas funcionales, económicas y sociales de Bolivia. Que se sirven, y se sirvieron, de esta destrucción hecha intencionalmente para seguir saqueando los recursos del Estado. Sin institucionalidad se imponen los más fuertes, y los más fuertes desde siempre son los grupos coloniales y familias extranjeras que compraron policía y ejército para el control político y el control de la fuerza.

Prensa bolivianaEn estos días, la prensa colonial aprovecha para desprestigiar el proceso de cambio. Historia conocida y libreto conocido también: Los grupos coloniales utilizan a la prensa para realizar el trabajo ideológico de deslegitimar a quienes coyunturalmente se hacen cargo del Estado.

El segundo paso es práctico: utilizar a sindicatos corruptos y corporativos (sobre todo de choferes y gremiales citadinos) para bloquear y atacar lo cotidiano de un país como Bolivia, de sobrevivencia y de economía cotidiana.

Así las personas afectadas, es decir la mayoría de la población, empiezan a sentir repulsa por quienes no resuelven las demandas sociales a tiempo. Un libreto práctico y muy conocido en nuestra historia republicana.

Pero lo evidente es también que en temas de gestión, muchas autoridades del Estado no tienen las mínimas capacidades de negociación y resolución de problemas. En esta complejidad se tendría que contratar personas de alto nivel en temas de resolución de problemas, sociales, económicos y políticos.

Porque con los funcionarios burócratas y de escritorio será difícil solucionar adecuadamente los problemas. La ausencia de gestión cotidiana puede ser muy peligrosa, en eso las oligarquías y los grupos coloniales tienen mucha experiencia. Tienen experiencia en destrucción y boicot. Por lo que el MAS debería tomar en cuenta para que los errores políticos no minen las lealtades de los grupos sociales pobres.

Las oligarquías y los grupos coloniales saben de estos efectos. Y en consecuencia empiezan a actuar utilizando a la prensa, a los sindicatos corporativistas corruptos y a todos los grupos a su alcance, como siempre lo hicieron.

La televisión y la prensa estatal nada dicen y procesan de estos efectos. Su inutilidad es también digna de mención. Más que propaganda gubernamental, tendrían que realizar el papel de informar y demostrar estos procesos de boicot de los grupos coloniales.

Tendrían que desenmascarar los mecanismos sofisticados del colonialismo, en su experiencia de destruir y boicotear a nuestros territorios. La consigna de divide y reinarás es la consigna más estudiada y ejecutada por las colonias de este país.

V o l v e r