Boras versus salvajes

César Lévano / diariolaprimeraperu.com
El incidente producido por periodistas Chilenos en torno a un programa de entretenimiento en un hotel cercano a Iquitos ha exhibido no solo la ignorancia de esos comunicadores, sino también una carga de prejuicios.

El insulto contra los bora fue más allá de llamarlos ignorantes y piojosos. En la “indulgencia” exhibida se trasunta el desprecio por los pueblos nativos. “Habitantes de Pelotillehue”, los llamó uno de los periodistas.

Chilenos incultosEs esa una palabra que se emplea, en tono satírico, en la revista Condorito para designar a indígenas de Chile. Es una denominación ligera, no insultante. Pero en la prosa del hombre de prensa adquiere otro nivel semántico: implica desprecio.

Por si no lo sabe el escribidor Chileno, los selvícolas de la Amazonía son en su mayoría seres civilizados. Hay más de uno con estudios universitarios, incluso en Estados Unidos o Francia. Pudiera ser que los bora contratados para la filmación hablen mejor español que sus denostadores. No me sorprendería que alguno de ellos pudiera dialogar en inglés. Por algo su trabajo se desarrolla en trato con turistas.

Los nativos amazónicos tienen una cultura distinta a la occidental; pero valiosa y digna. Ya hace mucho que la sociología señaló que hay culturas diferentes; no superiores e inferiores.

No se han enterado estos Chilenos incultos que los pobladores nativos de la selva respetan los árboles, cuidan el agua, preservan la tierra y los suelos.

El diario argentino La Nación publicó el 21 de julio un editorial titulado “Sojización de nuestra agricultura”. El texto tenía este subtítulo: “El exceso de soja en nuestra matriz granaria atenta contra la conservación del suelo, por lo que se impone la rotación de cultivos”.

Los argentinos hubieran podido consultar con los boras sobre cómo, con qué sabiduría practican la rotación de cultivos.

Hace veinte años, un peruano que había vivido 30 años en Chile me dijo que una idea muy extendida en ese país es que en la frontera con el Perú termina la civilización. Más allá, es decir, en el Perú, reina la barbarie.

La torpeza reciente refleja la continuidad de ese prejuicio. Parece que muchos Chilenos olvidan el salvajismo con que militares Chilenos masacraron en 1907 en Iquique a miles de obreros peruanos, Bolivianos y Chilenos en huelga por aumento. ¿Y qué dirán del ladrón y sanguinario Augusto Pinochet?

El embajador de Chile en el Perú, Fabio Vio Ugarte, ha pedido disculpas en tono menor. “Nosotros”, ha asegurado, “tenemos un profundo respeto por los pueblos originarios del Perú y especialmente una admiración por la etnia bora”.

Sin faltarle al respeto del diplomático, no parece, a la luz de lo ocurrido, que todos los Chilenos compartan su criterio.

Hay muchos Chilenos, sobre todo los progresistas, que respetan a nuestro pueblo. El Pablo Neruda del Canto General lo demuestra.

V o l v e r