Extranjera y procolonial

Max Murillo Mendoza
La prensa colonial y normal reluce con sus comentaristas y titulares de que se ha eliminado a un opositor, llamado Manfred Reyes Villa, de los comicios futuros, sin reparar en los procesos que existen en su contra por haber usado en su favor los recursos económicos de los bolivianos.

Estructuras colonialesLo lamentable es que hay personajes que consideran que aún conservan sus dominios en nuestros territorios, cuando todo ha cambiado y se les ha movido el terreno de la historia; pero no se enteran del asunto, pues, ignorantes y desadaptados como siempre, no se percatan que nuestras nacionalidades por fin despertaron para manejar ellas mismas sus destinos económicos, políticos e ideológicos, cortados a sangre y fuego por estos invasores que siguen pensando en la Bolivia “europeizada”, “agringada” y “desarrollada”.

Semejantes ignorancias sólo pueden venir de estos desadaptados históricos y sociales, que todavía están infiltrados en la política y la vida social de nuestras culturas. Los apellidos croatas, españoles, árabes, alemanes son demasiado evidentes, y molestan por supuesto a nuestros funcionamientos y costumbres.

Hay que cortar las alas de estas mentalidades mediante leyes, por supuesto. Estos desadaptados extranjeros y extranjerizantes deben saber que éste no es su país. Que les recibió y les cobijo; pues bien, sin embargo, eso no les da el derecho de decirnos qué debemos hacer para conducirnos en nuestras costumbres.

Estas mentalidades del desarrollismo y el progresismo gringo han fracasado, y sus patrones también allende los mares: Europa y USA.

Civilizaciones decadentes y enfermas de sí mismas. Estos “demócratas y dizque partidarios de la democracia occidental” nada tienen que enseñarnos. Nada tienen que ofrecernos a nosotros con culturas milenarias y entrenadas para organizarnos y sobrevivir a nuestras maneras.

Las estructuras coloniales de nuestras sociedades, construidas por estos extranjeros a imagen y semejanza de sus sociedades, no nos favorecen en nada. Y estos extranjeros aprovechan bien estas estructuras: escriben en sus periódicos (y dicen lo que les venga en gana), ocupan las oficinas de sus bancos, de sus cámaras de comercio, etc.

y de ocupación extranjera. Y es hora de cortar esas alas alienantes y extranjerizantes y totalitarias del punto de vista occidental decadente.

Reyes Villa no fue eliminado de la contienda electoral próxima. Es un extranjero que se le permitió ser autoridad e incluso alcalde, como muchos extranjeros y vividores que pensaron en Bolivia como la América para enriquecerse y robar al Estado colonial y republicano. Eso ha terminado, y estos personajes no acaban de darse cuenta.

En la política siguen vigentes y siguen escribiendo sus puntos de vista extranjeros occidentaloides. Pero ya en nada influyen en lo que debemos hacer, sino en la bulla periodística para el eco de los demás colonialistas y nostálgicos del colonialismo y la ocupación extranjera.

En general, la oposición en Bolivia es extranjera. Gringoides y simpatizantes de la decadente civilización occidental, no tienen la mínima capacidad de entender este país, es decir entender nuestras costumbres y cosmovisiones culturales. Su totalitarismo congénito les enceguece y les convierte en payasos de su civilización. En realidad son ignorantes. Y al parecer nada entenderán de nuestras maneras de ser. Su mediocridad a flor de piel les lleva a destruirse entre ellos mismos. Acostumbrados como están a ser el centro de la película, pues se les fue todo porque nada entendían de nuestros procesos. Y su tiempo, felizmente, ya se termina.

Estos gringoides que siguen soñando con una Bolivia gringa y blanca pues nada tienen que hacer en estas tierras y culturas. Su desprecio a lo nuestro les lleva a su propia destrucción. Su ignorancia les ha destruido a sí mismos. Hoy sólo les queda la voz de papagayos gritando “democracia y libertad”.

Palabras prostituidas por ellos mismos y maltratadas por ellos mismos. Pero ya se terminan. Y hay que ayudarles a destruirse por leyes que prohíban de una vez a decir lo que les venga en gana. Pues estos territorios no son suyos y deben entender que son simplemente visitantes. Reyes Villa está en su tierra, que es Miami, con dineros asaltados al Estado boliviano. Una historia conocida y repetitiva de estos extranjeros indeseables. Eso es todo.

V o l v e r