Usaid, el lado oscuro de la “cooperación”

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Una decisión digna y soberana es la que ha asumido el Gobierno del presidente Evo Morales al expulsar de Bolivia a la agencia estadounidense Usaid. Un cúmulo de argumentos permite sustentar esta medida que, en definitiva, pone a buen recaudo la seguridad del Estado y la estabilidad democrática del país.

Para nadie es un secreto el penoso papel que cumple y ha cumplido la ‘cooperación’ estadounidense en diversas partes del mundo. En América Latina, Usaid ha sido cuestionada en Venezuela, Ecuador, Argentina, entre otros países que han decidido resolver sus problemas con sus propios recursos y políticas.

Usaid se va. Foto: Freddy Zarco / ABILa presencia de esta agencia en Latinoamérica ha significado mayor dependencia, sometimiento y, peor aún, no ha sido una solución a los problemas estructurales e históricos que sufren nuestras sociedades.

Hay que decir, además, que el desenvolvimiento de esta entidad ha sido altamente condicionado y poco transparente. Ha manejado millones de dólares a título de cooperación en diferentes áreas del quehacer nacional, pero en los hechos sirvieron para mantener a un pool de tecnócratas nacionales y extranjeros bien pagados, entremezclados con operadores políticos con claros nexos con líderes de la ultraderecha boliviana.

Según datos oficiales, el 80% de los $us 20 millones que dispone Usaid son empleados en la contratación de consultores y empresas, mientras que el saldo financia la contratación de personal boliviano bajo condiciones salariales bolivianas. Poco o nada diferenció lo que hizo Usaid de la acción solapada de la propia embajada de Estados Unidos en La Paz, a tiempo de alentar actos conspirativos contra el Gobierno boliviano.

Bajo el presupuesto de ‘cooperación’, curiosamente se priorizaron sectores que declaraban su abierto rechazo a la gestión gubernamental y expresaban su predisposición a recibir la ‘ayuda’ en áreas que, a ojos vista, como la salud, aparecían como una ‘acción generosa’ que, en el fondo, distraía y tapaba la acción de otros funcionarios vinculados incluso con las tenebrosas agencias policiacas como la CIA y la DEA.

El Gobierno anunció que el Estado asumirá los proyectos que tenía Usaid en Bolivia porque, al fin y al cabo, la dignidad y la soberanía boliviana no tienen precio.

Dávila asevera que USAID pagaba a bolivianos para que desestabilicen al Gobierno de Morales
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, aseveró, que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), recién expulsada de Bolivia por supuesta injerencia política, pagada a determinados ciudadanos bolivianos, para que intenten desestabilizar desde distintas trincheras mediáticas, al Gobierno del presidente Evo Morales.

Dávila explicó, en base a información oficial, que ‘casualmente’ varios proyectos impulsados por USAID en Bolivia, estaban vinculados a personajes que sistemáticamente arremeten contra cualquier iniciativa que plantea el Órgano Ejecutivo para intentar mejorar la economía del país.

‘Ex autoridades que tienen un papel político, que son analistas políticos, que van a los medios de comunicación, que tienen programas en canales de televisión, que tienen programas en radios, ese dinero que no lo controlamos, está yendo con una clara intencionalidad política y un objetivo político, que es de desestabilizar al Gobierno del presidente Evo Morales’, afirmó en declaraciones a la televisora local Cadena A.

El presidente Evo Morales expulsó de Bolivia a USAID, acusada de una supuesta injerencia política en sindicatos campesinos y otras organizaciones sociales, para conspirar contra su gobierno izquierdista.

La Ministra de Comunicación señaló que USAID mantenía en secreto más del 70% de toda la supuesta inversión que realizada en Bolivia y explicó que esa entidad norteamericana, sólo entregaba información sobre el 30% de los recursos que ejecutaba en el país.

‘USAID estaba advertida que si quiere cooperar en Bolivia, si quiere apoyar, estamos absolutamente dispuestos a que nos apoye, pero que no apoyen con los objetivos y prioridades que define el Estado, dentro del Plan Nacional de Desarrollo’, remarcó la autoridad.

Asimismo, cuestionó la supuesta gran inversión de 2.000 millones de dólares que, según USAID, invirtió en el país desde 1968, al señalar que no existe evidencia fehaciente que demuestre algún progreso en las regiones donde tuvo presencia.

‘Con mucho menos dinero, nosotros estamos saliendo de la pobreza, apoyando con toda la atención a los sectores pobres, ¿qué pasó con los 2.000 millones de dólares? es la pregunta que nos hacemos’, agregó.

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