¿DÓNDE Y CÓMO ESTÁN LOS “ANDINOS”?

Benito Zuasnabar A.Qatari / Universidad Nacional de Huancavelica-Perú. Fundador de la Escuela AmawtaTukuyYachay / katari.org
Una música añeja de bandurria autóctona; romántica Chopcca, quizá conocida por José María Arguedas, vibra en el oído a través de los audífonos de un celular y puesto en altavoz por las inmediaciones del pueblo de Huayanay, despierta sarcasmo, ridículo y vergüenza, sobre todo de la juventud.

Mientras los corazones de algunos, sobre todo de los mayores Huayayinos sienten y viven una añoranza de cómo va acabando la su cultura. Tenemos un especial interés por el pueblo Chopcca o “la nación Chopcca”, colindante con el Centro poblado de Huayanay.

PerúAllí se ha manifestado con más vigor la cultura andina. Esa indumentaria colorida, “música con bandurria, trompa y kuchuscha, viga wantuy, etc” con los cuales Huancavelica se identifica y es conocida. En tiempos pretéritos eran singularmente andinos puros, en el sentido que poseían una cultura, una identidad, una nación propiamente dicha.

Sin embargo desde la llegada de los españoles la colonización y posteriormente la modernización se ha ido degenerando la identidad cultural de la región. El proceso de colonización, como manifiesta Josef Estermann, es conllevar un aspecto de asimetría y hegemonía, tanto en lo físico y económico, como en lo cultural y civilizatorio.

La potencia colonizadora no sólo ocupa territorio ajeno y lo cultiva, sino que lleva e impone su propia cultura y civilización, incluyendo la lengua, religión y las leyes. Todo este proceso cultural habría sido asimilado por los Qeros de Cusco, es sus costumbres radicales andinas.

Lo andino, no es solo el medio geográfico, sino es el medio donde evolucionó y se desarrolló la cultura andina, que hasta ahora tiene vigor. Es un término de identidad que no solo abarca la sierra; sino, desde punto de vista socio-filosófico, es una alternativa filosófica y política para la sociedad actual.

Los pueblos andinos formaron parte de los Chankas y Anqaras, y como herederos aún se caracterizan por tener el espíritu -diríamos- frío, guerrero y rudo. Sin embargo, sus tierras fueron expropiadas por los hacendados hasta la época del Ex presidente Velasco Alvarado.

Esa cultura propia andina que desde tiempos pre-ikcaicos se esculpieron, ahora son azotadas y casi reemplazadas extremadamente por la occidental. El proceso de modernización ha afectado notablemente la conducta de la sociedad huacavelicana.

Un grupo de jóvenes en la esquina de la calle, del centro poblado de Huayanay con los pantalones rojos pitillos y zapatos blancos de punta, parecida a la moda de New York o Ámsterdam, con cabellos parados y teñidos, hablando con ese dejo “limeño; acriollado-andinizado”, sin miedos ni vergüenzas sueltan en altavoz la música de reguetón que llegan a los oídos de todos sin ser invitados.

Los sonidos de reguetón, los comportamientos anormales, el lenguaje manejado casi hasta la estupidez, llegan al corazón de las rocas primigenias que sufren esta aculturación. Los hombres de wara, sombrero, wali y de monillo preguntan a los jóvenes sobre el sonido estridente de la nueva música que traen, y reciben como respuesta: “somos! jóvenes, ya conocemos y nos hemos acostumbrado”. Ellos marcharon a Lima y se han “modernizado”.

Mientras a las señoritas es común verlas con buzos pitillos de polar o franela delgada apegada, algunas con mandil encima del buzo o del pantalón, con una capa a la espalda y con un buffer donde portan músicas de todo tipo; otras señoritas pituqueadas visten y calzan igual que las de Lima. El salir del pueblo para ir a trabajar implica cambiar de vestimenta e idioma.

La nación Ccopcca se diferencia de los pueblos aledaños por mantener sus costumbres; motivo por el cual, los pueblos aledaños los ven con menosprecio. La colonización paralizó el curso del avance científico y tecnológico de los antepasados. En la actualidad, la atención y estima de estos pueblos es poco.

Haciendo una comparación con el avance actual tecnológico y civilizatorio, están quedando desfasadas, es decir, estas comunidades no son el prototipo de sociedad para el mundo actual. Razón por la cual, algunos intelectuales izquierdistas hablan de la utopía andina. Están siendo reemplazadas por la universalización de una cultura mundial. Esto implicaría la desaparición de la identidad nacional o la peruanidad.

A inicios de siglo XX, las poblaciones andinas campesinas eran mayores que las urbanas en un porcentaje de 20 a 80% respectivamente, como dijera José Carlos Mariátegui. En aquella fecha la sociología sobre los pueblos andinos estaba en las manos de los intelectuales criollos de ascendencia española, cuyas preocupaciones fueron las sociedades urbanas y problemas de relaciones con el extranjero.

Más aún no conocían en sí, el vientre mismo de los andes y mucho menos la ideología, la ciencia y tecnología. El tema andino tenía poca atención. La premisa: “Todo lo proveniente del indio no tiene valor”. He ahí, observamos a los jóvenes del mismo pueblo, quienes se burlan de los mayores que poseen la indumentaria, como de bayeta.

El campesino que se identifica con la cultura andina como Chopcca, entones es discriminado económica y culturalmente. Es más, los andinos que viven en las ciudades criollizados, ponen apelativos de “indios, cholos, chutos, asquerosos y Chopccas”; su preocupación es cómo obtener el dinero con cualquier medio que fuera (“el fin justifica los medios”, decía Maquiavelo).

El impacto sociocultural y económico que ha sufrido la cultura andina es traumático. Hace veinte años, en la fiesta de Huancavelica, las villenas, comadronas urbanas, se expresaban en términos peyorativos con las pobladoras rurales: “Las indias han bajado con sus animales: caballos, vacas, ovejas”. Esto nos demuestra que la modernización ha degenerado el espíritu de los urbanos respecto a los rurales; ya no se expresan en los términos de: “hijito, mujercita, warmi, chopcca y taytacha” sin importar la edad.

La migración a la ciudad ha afectado a la gente del campo. Por ejemplo: los mismos padres, no desean que sus hijos hablen quechua ni vistan tradicionalmente por temor a no ser objeto de burla o de ser tratados como seres inferiores y en el peor de los casos como objetos. En educación, en los niveles de inicial, primaria y secundaria, no se enseña en el idioma nativo de la región, sino en español y se les motiva a los alumnos a dominar esa lengua y olviden la suya.

Los docentes suelen decir: “Más fácil va a ser para ti cuando vayas a la ciudad hablar en español. Esta prohíbo hablar en quechua en la institución, deben saludarse en la mejilla, ” ¡Claro! Tienen razón en parte en un contexto diferente al nuestro, pero si dentro del magisterio hubiera un intelectual con un espíritu altamente sensible por la cultura, haría un estudio sobre cómo mejorar nuestra calidad de vida sin colonizarnos.

Hasta la fecha no hay una propuesta de los intelectuales modernos sobre cómo mejorar dentro de una peruanidad. Solo los mayores aún conservan su identidad cultural. Mientras en algunas comunidades como en el distrito de Acoria, quienes no han sufrido mucha discriminación como andino, en la actualidad continúa la resistencia cultural, la mayoría habla quechua, incluso los niños de inicial; aunque está la presencia de la moda.

Hay muchos profesionales, originarios de estas tierras, que han estudiado en la universidad y ahora buscan la forma de hacer fortuna sin importarles la cultura; venden y tergiversan la mentalidad de sus comunidades. Se han vuelto agentes del sistema, con pensamiento y costumbres ajenas. En las reuniones comunales van manipulando en función a su interés personal o en beneficio de algún partido; les hablan de la competitividad, civilización, divide y reinaras, etc.

Ahora, volviendo a los jóvenes, quienes prácticamente ya se han olvidado o están por olvidarse de esta cultura milenaria, o no saben de dónde vienen y adónde van jovencitos y señoritas sin cultura. No saben la historia suya ni les interesan puesto que los medios de comunicación les informa así. Los jovencitos copiando de las ciudades ya no usan chulos o gorras ni abrigos, si no están con la moda; con camisas o politos delgados en plena noche fria. Y que decir en cuando a la alimentación, diariamente son tentados por los chupetes, helados, panecillos dulces, caramelos y chizitos.

Lo paradójico, en las fiestas el paisaje Huayayino se matizaba con caballos y de una muchedumbre colorida. En la noche de vísperas grupos de personas venían de cuatro a cinco horas de caminata. Ahora en las vísperas se ven más automóviles, antes consumían bebidas tradicionales como alcohol de caña, ahora cerveza. Los artistas que hacen la fiesta son grupos de quienes su preocupación es solo la fama y el dinero.

Es por eso que algunos intelectuales de las universidades con poca visión dijeron que el wayno era un retraso y consuelo. Si hemos expuesto toda esta realidad sin caer en miopías, ni chauvinismos si no, con el fin de hacer entender y tomar acciones frente a este problema social. Para crear alternativa y dar énfasis en los estudios y seguir creando una peruanidad para el desarrollo. Y es así que frente a ello el pensamiento andino se pone a la palestra, con escarbos ancestrales dando una alternativa a este sistema.

Eso es el allinkawsay que antes funcionaba y ahora en tiempo contextualizado se tiene que ser predicada en los mismos territorios y el mundo. Ahora antagónicamente se está dando en este contexto dudoso el pachakuti, en estos tiempos como por el mandato de las wakas, en todo el Perú y los demás países andinos hay un resurgimiento y rebrote en todas sus formas el re afirmamiento de ser andino. Como una ajuga en pajar hay hombres convictos y confesos en esta tarea de identidad andina.

En estos lares encontramos a dos jóvenes quienes no sé cómo, pero sí con proyectos claros estan haciendo un trabajo y a pesar de todo el fenómeno social que antes mencionamos está siendo escuchados y aceptados por las comunidades.

Y así de entre veinte a cuarenta pueblos existen. Sabemos que no está muerta la cultura, si no está llegando a las manos de los pocos elegidos, quienes aportaran para el pachakuti. Existen infinidades de organizaciones de carácter andino y está renaciendo en todas partes. Sé que este trabajo no lo hacen solo los campesinos andinos o los comuneros, si no la intelectualidad salido del vientre mismo de los andes.

Hasta La izquierda sin tener alternativa, está tratando de camuflarse o infiltrarse en estas organizaciones andinas. Creemos y damos hincapié, que solo los hombres que hablan lenguas ancestrales, quienes tienen mayor vigor y aceptación y credibilidad de hacer y desarrollar cultura ancestral.

Por otro lado muchos intelectuales, militantes y sentimentalistas del mundo andino, quienes algunos son mercenarios; por el mismo hecho de estar en este tipo de sistema y muchos son hipócritas en un sentido de lo que actúan y piensan a lo que se visten. Sin caer en una miopía afirmamos que si está dando un resurgimiento.

En quechua se dice kallpanchikwan yuyayninchikwan qispichisun.

V o l v e r