Ciencia y saber del pueblo

Su comentario

Ciencia y saber del pueblo: el folklore

Samuel Álvarez Enríquez / losandes.com.pe
A propósito del Día Internacional Del Folklore, instituido por la ONU el día 22 de agosto, nos quepan algunas reflexiones, como que antes y después de su oficialización en Ciencia, Técnica y Arte, hemos seguido de cerca sus realizaciones a lo largo de los años hasta la fecha, sobre todo teniendo en cuenta su acepción seguramente poco convincente, en contraposición con que un escaso número de personas en el mundo no están de acuerdo con la misma, por el solo hecho de que el vocablo proviene de las más altas esferas sociales del viejo mundo, y no así de las entrañas del seno del mismo pueblo, por tanto no es popular y tampoco es factible su uso en ese sentido.

Ciencia y saber del pueblo
Ciencia y saber del pueblo: el folklore

Sin embargo, una vez popularizado y entronizado, se ha dado la vuelta al mundo, hasta hoy en día, llegando hasta las conciencias más humildes del orbe y particularmente en nuestro medio y las diversas regiones peruanas y los países del Awya Yala, como hemos apreciado la presencia masiva de ellos en todos y cada uno de los eventos nacionales e internacionales con el nombre de Folklore, y todos quienes tienen en sus manos su práctica y realización, utilizándola cotidianamente, familiar y en todo momento sin ningún inconveniente, como lo que ocurre en el interior de nuestra región, consolidada y reconocida como “Capital del Folklore Peruano”, sobre todo cuando se quiere conceptuarlo, ejecutarlo y perfeccionarlo hasta llegar precisamente al nivel de verdadera ciencia.

Para deslindar lo que es el Folklore en su acepción inicial, partimos de su etimología, tal como señala Federico Schaw, que fuera profesor de Lingüística de la Universidad Mayor de San Marcos: “Casi todos los intentos de definición parten de la explicación etimológica de la voz Folklore.

Nos dicen que Folklore viene del inglés folk, pueblo y lore, ciencia, saber, y que significa estudio de las tradiciones, creencias y costumbres del pueblo, de cada nación; conjunto de tradiciones populares; inventario de lo que queda en el tiempo moderno, de las costumbres del tiempo.

Y se agrega que la palabra folklore la inventó, en 1846, el inglés W. J. Thoms, para designar el saber tradicional de las clases sociales de las naciones civilizadas” (“El Folklore como Ciencia”, p.57 en Monografía del Departamento de Puno Tomo III).

Comparado con la acepción de lo que significa Arte, constituye la misma, pues dentro de lo que es el arte están incluidas todas las manifestaciones artísticas, tradiciones, leyendas, costumbres, en suma todo lo que es el saber de un pueblo o nación, no solamente de las clases populares, sino el saber de todas; se ha popularizado mejor desde el punto de vista de la ciencia que, por cierto, hoy en día desde aquellos primigenios conceptos y etimología respectivamente, ampliándose a su estudio y realización de lo que concierne al conocimiento de la ciencia y saber del pueblo. El saber total, precisamente del pueblo.

Queda, entonces, que Folklore es todo el conocimiento de esa ciencia y saber del pueblo en su conjunto, sus tradiciones, leyendas, costumbres, historia, modos de vida, filosofía, religión, etc. etc.

Hoy en día todas las clases sociales y hasta etnias, practicándolas con criterio artístico, por ahí su popularización y su aprehensión en el seno de todos los habitantes del mundo entero. No interesa de qué y cuál nacionalidad provenga en su uso.

Lo cierto es que el vocablo, su etimología, las ciencias auxiliares, así como el ser social, la conciencia social y sus formas, van a desembocar en toda su magnitud en lo que es el concepto y acepción actual. Desde entonces ya nadie duda que el Folklore es el conjunto de todo el conocimiento de la ciencia y saber total de los habitantes de los pueblos.

Es pues la práctica del arte total de todos y cada uno, incluidas sus tradiciones, costumbres, literatura oral y escrita, historia, y todo su conocimiento, momento desde el cual ya no nos es posible dudarlo en plenos periodos o etapas por los cuales atraviesa el actual avance científico, tecnológico y artístico, evolucionando a través del tiempo, y por intermedio de todos y cada uno de sus inventores, ejecutores y realizadores.

En el caso de nuestros pueblos y últimos rincones del altiplano peruano, aun del pueblo peruano y americano, la práctica de esta ciencia, arte y técnica, es total, con raras excepciones discriminadas por género, raza, filosofía, sectas religiosas, organizaciones éticas, etc.

Concebida así esta novísima ciencia, nadie duda que llega a determinar su clasificación, la misma que no contradice en nada a la concepción que se tiene sobre el arte que contiene en referencia a su práctica, con metodología y activación de lo que corresponde a lo nuestro y a lo surgido en nuestros propios suelos; por lo tanto, para mejor estudio y comprensión, se ha sugerido realizar un inventario, recolección y descripción de las materias se pueden aprovechar en su realización y conocimiento de los demás pueblos, puesto que no todos tienen el mismo origen, desarrollo y perspectivas, teniendo en cuenta la objetividad como principio fundamental.

Por su parte, el folklorista Ralp Ateel Boggs, en su investigación, sugiere algunas materias que deben considerarse para efectuar dicho inventario, ennumerándolas, las que deben seguramente adaptarse a todos y en cada uno de los pueblos que precisamente los practican y desarrollan, llevándolos hasta las lindes de la ciencia a que queremos arribar, a lo mismo que para su mejor comprensión lo llamamos clasificación del Folklore, tales son:

1.-Mitología, o las narraciones sobre los seres divinos, la creación y ordenación del universo, de la vida humana, vida animal, el origen de las plantas, y en general relatos que explican la existencia de las cosas.
2.-Leyendas: narraciones en que se presentan personajes reales con seres sobrenaturales, acontecimientos reales con hechos sobrenaturales.
3.-Cuentos y fábulas, donde intervienen hombres, animales y también en forma personificada, objetos de la naturaleza, como cerros, ríos, etc. y cosas, también con sentido real o sobrenatural.
4.-Poesía popular, canciones, bailes y juegos tradicionales.
5.-Costumbres y fiestas. 6.-Teatro y el drama tradicional.
7.-Artes populares, técnicas, arquitectura, vestidos y adornos tradicionales.
8.-Comidas y bebidas.
9.-Creencias. Este tema es muy amplio, se relaciona con muchos aspectos de la vida, deben considerarse creencias religiosas, supersticiones, brujerías, la medicina popular, prácticas de los curanderos, etc.
10.-El habla del pueblo, empezando por el Español o Castellano, el uso de las lenguas Quechua, Aymara y sus combinaciones, tales el uso de la Lengua Pid Gin y Criolla, respectivamente.
11.-Refranes, proverbios, adivinanzas.
12.-La música popular, instrumentos musicales utilizados, canciones, intérpretes, compositores musicales, vocalistas, etc.

A lo que nosotros añadimos, dado el avance tecnológico y científico de estos últimos años del Siglo XXI, la pintura, fotografía, cinematografía, ferias semanales, semestrales y anuales, etc., que con criterio de clase y práctica consecuente desde el concepto del Folklore se han inmiscuido en el desarrollo de la Ciencia del Folklore vigente en toda la sociedad mundial actual.

No solamente la danza y música es abarcada por esta ciencia, como hasta ahora, sino como es de apreciar es todo el conjunto de la Ciencia y Saber del pueblo.

Está demás aclarar que la folklorología se ha adentrado en las capas sociales y económicas más altas, pues su popularidad no simplemente ha quedado en las clases populares, sino a partir de su concepción ha llegado hasta las más altas esferas de la sociedad, a tal punto que es y está siendo practicado sin ningún veto o impedimento, con tal de no desnaturalizar su trasfondo y contribución artística y los objetivos a se que quieren llegar por parte de quienes son sus ejecutantes, participantes y admiradores.

En suma, el Folklore constituye la práctica del arte total, la ciencia y saber del pueblo en su conjunto, sin divergencias en sus clases sociales, económicas y políticas, por tanto no es posible divergir, ni anunciar por ejemplo que la ejecución de los géneros musicales criollos o costeños, nada tienen que ver con lo que es el desarrollo del folklore de la sierra o los ejecutante solistas, dúos, o conjuntos musicales folklóricos, que solemos escuchar y apreciar en algunos medios de difusión y de animadores desde la Capital de la República, pues están equivocados y entendemos que es necesario rectificarlos.

Con todo lo que hemos podido descifrar, así como aclarar sobre la ciencia del Folklore como novísima ciencia, técnica y arte, emergida en las entrañas del Siglo XX, juntamente con la Psicología, por intermedio de nuestra pluma y el pensamiento de la población en general, en interior de nuestra Patria el Perú, es necesario que el criterio de ciencia se profundice, de tal forma que se legisle en materia de folklore, se materialice la Ley del Folklore Peruano, para que a su vez tenga los alcances necesarios, dado que vivimos en una nación con diversidad pluriétnica, plurilingüe o multilingüe, pluricultural y multiambiental y actividades folklóricas hasta por demás.

Concluyendo el presente, retomamos una apreciación personal sobre Folklore que registra Percy Zaga Bustinza, como inquieto investigador: “El folklore como hecho humano general de los pueblos, anónimo y colectivo, tiene logros originales, variados y bellos en todo orden, como la literatura, comidas, textilería, cerámica, música, vestido, etc.” (“Diccionario Regional de la Cultura Puneña” p.54).

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