Universidad Binacional Aymara

Alberto Quintanilla Chacón / losandes.com.pe
Los aymaras, son un pueblo originario de Sudamérica, que fundó el imperio Tiawanaku, alrededor del Lago Titicaca, en el Altiplano, alrededor del año 200 antes de Cristo, dicho imperio se dispersó por el 1200 después de Cristo, coincidiendo con la migración hacia el Cusco, donde se fundó el imperio Incaico.

Durante el imperio Inca, se calcula que llegó a tener una población de entre uno y dos millones de habitantes, los que fueron diezmados durante la colonia y virreinato español, alrededor de 200,000 habitantes.

En la actualidad, se calcula que la población aymara, asciende a dos millones, ciento cinco mil habitantes (2´105,000), que viven en ella Altiplano, circundando el lago Titicaca, de los cuales, un millón seiscientos mil (1´600,000) viven en Bolivia (El Alto y La paz), cuatrocientos cincuenta mil (450,000) en el Perú, en los departamentos de Puno, Tacna, Moquegua y Arequipa; cincuenta mil (50,000) en Chile, Arica, Iquique y Antofagasta, y cinco mil (5,000) en la Argentina, en las provincias de Salta y Jujuy.

Una nación se define, como “el conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común” (Real Academia de la Lengua Española). En esta perspectiva, los aymaras son una nación, ya que tienen una identidad histórica, cultural, tienen un idioma, una cocina, creencias religiosas, costumbres y una cosmovisión, en la que la vida y la muerte son una continuidad, una persona muere, para empezar una nueva vida.

El Perú, es un país multinacional, integrado por habitantes de diferentes orígenes y nacionalidades, españoles, europeos en general, chinos, japoneses, africanos, etc. Es un país multiracial, blancos, negros, indígenas, chinos, japoneses, etc.

Esta diversidad cultural, nacional y racial, es una de sus mayores fortalezas y ventajas, que se van fusionando, con el transcurrir del tiempo, que van dejando de lado y superando expresiones de discriminaciones, que se alimentan con la desigualdad y las exclusiones sociales, que heredamos, como a los indígenas, los negros, las mujeres, las desigualdades económicas.

La construcción de una nación peruana, es un largo proceso, no es un hecho o acontecimiento, la nación peruana, al nutrirse de la gran diversidad de nacionalidades, costumbres y razas, tendería a ser una nación fuerte- Sin embargo, la gran diversidad, hace que este proceso sea complejo y mucho más difíciles, de aquellos países más uniformes, o los que ha eliminado a algunas de sus minorías, como ha sucedido en algunos países, como Chile, donde se llevaron adelante procesos de exterminio a indígenas Mapuches o Araucanos.

El trato que en la actualidad reciben es diferente en los 4 países, que tenemos poblaciones aymaras, en Chile, los reconocen y apoyan política y presupuestariamente, tienen en Tirana, una ciudad en la sierra de Iquique, la capital aymara de Chile, sin olvidar el exterminio que en dicho país aplicaron a pueblos indígenas.

En Bolivia, han sido reivindicados, desde su constitución política que se reclama como un país multinacional, y la asunción a la presidencia de la República de Evo Morales Ayma. El estado peruano, hasta ahora, no ha tratado bien su diversidad, cultural, racial y nacional, ya que desde la independencia, se mantiene la exclusión a los campesinos, discriminaciones raciales, sexuales y de género, la construcción de una nación fuerte, pasa necesariamente por la superación de estas exclusiones y discriminaciones.

En los últimos años, los aymaras han hecho noticia con sus movilizaciones demandando la cancelación de las concesiones mineras, en la parte sur de la Región de Puno, particularmente las concesiones de Santa Ana, en favor de la empresa canadiense BEAR CREEK.

Esta lucha de los aymaras, puso en evidencia, el descuido de nuestras autoridades e instituciones del estado respecto a la existencia de la etnia y nacionalidad aymara, así como los suceso de Bagua, puso en evidencia la existencia de los Aguarunas y otras etnias de nativos amazónicas, las luchas actuales de los aymaras, ponen en evidencia existencia y problemas.

En ese entonces afirmamos que en el futuro, ya no sería posible ignorar la existencia de los aymaras como etnia y como nacionalidad, por lo que el estado debe atender sus necesidades y demandas, empezando por implementar programas que estudien, investiguen, difundan y protejan la cultura aymara, su idioma, costumbres, cocina, tradiciones, etc., al igual que deben hacerlo con los quechuas y otras etnias y nacionalidades peruanas.

La construcción de la nación peruana, tiene que reconocerse como multinacional, en el caso de los aymaras, tenemos que reconocerlos como una nacionalidad, lo que implica, que deben implementarse, medidas que hagan evidente este reconocimiento.

La creación de una Universidad Binacional Aymara, entre Bolivia y Perú, que forme profesionales de la más alta calidad, investigue los aportes a la humanidad, hechos por la cultura aymara, investigar las necesidades que le plantean a las ciencias, por las condiciones en las cuales se desarrolla la cultura aymara.

La Universidad Binacional Aymara, se justifica porque los aymaras son más de dos millones. En el Perú medio millón, recordemos que en el Perú hay 134 universidades, una por cada 220,000 habitantes, la Universidad Aymara, tendría un ratio muchísimo mayor.

La constitución de un Instituto Aymara, que sistematice el idioma aymara, sus costumbres, tradiciones, y aportes a la civilización humana.

V o l v e r