PALABRA DENOMINATIVO INDIO

2 Comentarios
    Y qué con la palabra ‘indio’

Humberto Caspa – Diario La Estrella

Al comediante Michael Richards se le salieron los «ajos» y los «cominos» frente a su público la semana pasada. Estaba presentando su usual monólogo jacarandoso en el local Laugh Factory de Los Ángeles, cuando dos espectadores afroamericanos le criticaron por su falta de gracia y su incapacidad de hacerlos reír. A Richards no le gustó nada; se enfureció y los insultó sin vacilación.

cholita cochabambinaComo los capataces de las plantaciones de algodón y azúcar durante el periodo esclavista de Norteamérica, Richards increpó contra sus adversarios utilizando un lenguaje peyorativo. «Saquen a ese c… Este tipo es un ‘nigger'», repitió varias veces.

La velada cómica pasó a convertirse en una novela trágica y real. Conllevó a una reacción espontánea de la comunidad afroamericana, incluyendo de su máximo líder, el reverendo Jesse Jackson.

En el fondo, Richards no solamente quiso refutar los comentarios negativos de esos dos espectadores, sino también quiso desquitarse y humillarlos, utilizando un vocabulario ofensivo. Richards se valió de «la palabra N»… para denigrar, por una parte, y para sentar en forma tácita las diferencias socio-raciales entre él y sus dos críticos, por el otro.

Para aquellas personas, como el comediante «latino» Paul Rodríguez, quien sostuvo en un canal de televisión que la condena de dicha palabra atenta contra la libertad de expresión, la palabra N… encarna un paradigma de opresión racial hacia un grupo étnico, concretamente a los grupos afroamericanos.

Durante el periodo esclavista, los afroamericanos fueron estigmatizados con el denominativo de N… por una sociedad norteamericana con tendencias social-darwinistas (racistas).

Textualmente, esta palabra, como ilustra el diccionario de Oxford, es una extensión de negro, el cual describe el color de la piel de ciertos grupos étnico-nacionales, cuyas raíces usualmente provienen del continente africano. Sin embargo, en esencia, la palabra N… contiene un significado peyorativo y hace reminiscencia a aquel pasado de castas sociales de la época esclavista estadounidense.

En otras palabras, la población afroamericana del periodo esclavista fue estigmatizada por la sociedad dominante anglosajona con la palabra N… para mantener una estratificación social que beneficiaba a los segundos y mantenía sumisos a los primeros. Esta sociedad no quedaba conforme con el apelativo de negro, sino que también quiso añadirle el peso del insulto y la humillación que conlleva N…

En la cultura latinoamericana sucede lo mismo con la palabra «indio». Los pueblos originarios de América, los aymaras, incas, aztecas, sioux, cheyennes, etc., fueron estigmatizados con el denominativo de indio como si no existiesen diferencias culturales y sociales entre uno y otro grupo indígena.

Todos sabemos que Cristóbal Colón se equivocó cuando pensó que había llegado a la parte oriental de la India, y erróneamente bautizó a los habitantes de estas tierra como indios.

La equivocación del navegante italiano tuvo consecuencias negativas inmediatas en contra de los pueblos originarios de América. Durante la colonia española de Nueva España (hoy México) y otras regiones en América Central y del Sur, el grupo dominante de los peninsulares estableció una sociedad parecida a aquella que se practicó en la edad media de Europa.

El poder político y económico estaba determinado por la casta. Es decir, el estatus social era parte inmanente del individuo y el color de la piel era un factor categórico. En este sentido, sólo los peninsulares o españoles tenían, por cuestiones culturales y por ley, acceso a los canales del poder. Las principales funciones gubernamentales de la colonia eran reservados para ellos.

Los criollos, que eran españoles pero nacidos en tierras americanas, tenían un estatus social reconocido pero apenas podían aspirar a posiciones políticas de bajos rangos. Mientras tanto los mestizos -combinación de indio y blanco– era como una aberración para el castismo español.

Finalmente los indios no eran considerados enteramente como individuos. Las crónicas españolas son una viva reflexión del significado real que se va configurando alrededor de la palabra indio. En el fondo esta palabra tiene el mismo peso negativo del denominativo N….

Tanto I… como N… encarnan los estigmas y la represión de las sociedades social-darwinistas de las colonias inglesas y españolas. Y si hoy alguien las utiliza, esa persona insiste consciente o subconscientemente en revivir el ultraje de una población que pagó el «pecado» de nacer con la piel morena.

2 Las respuestas a “PALABRA DENOMINATIVO INDIO”

  1. Javier Lajo

    EL RACISMO ESTRUCTURAL PERUANO

    El Perú junto con Guatemala, Bolivia, Ecuador y México albergan el 80% de los Indígenas del continente americano. Algunas instituciones como el Banco Mundial, Amnistía Internacional y otras, señalan cifras absolutas que van desde los 9 hasta los 15 millones de personas indígenas, solo en el Perú. Considerando esta cifra que sobrepasa fácilmente el 50% de la población total del país, el Estado, Gobierno peruano, y los medios de comunicación social, no solo no toman en cuenta el peso relativo de la existencia indígena, sino que se permiten dar leyes que violan flagrantemente los tratados internacionales (como el Convenio 169 de la OIT y otros) que han suscrito y que protegen los derechos elementales y mínimos para la supervivencia material y cultural de los mayoritarios ciudadanos indígenas.

    Mas aun, este año culmina el «Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas», establecido por la ONU desde el año 1994, sin embargo a pesar que el gobierno de Toledo ha oficializado la presencia de los pueblos indígena en una Comisión Nacional de Pueblos Andinos (CONAPA), estos no han tenido sino una presencia «simbólica», puesto que existe en el partido de gobierno una vocación suplantadora del papel activo y protagonista, que como sujetos de estas medidas, las organizaciones indígenas debieran tener.

    Todo esto sumado a las últimas movilizaciones QUECHUAS (las marchas de los cocaleros) y AYMARAS (los sucesos de Ilave y otras) y al «tratamiento» que el Perú oficial les esta dando, nos da elementos para concluir que, a pesar de todo el avance en DDHH y a pesar del Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, el Perú «oficial» y mas precisamente el Estado peruano se RESISTE en preservar y reciclar lo que podemos definir como RACISMO ESTRUCTURAL, que son una serie de mecanismos a través de los cuales se obvia (o in-visibiliza) a los indígenas.

    Es este racismo sui-generis, lo que les permite a los criollos del Perú, hasta promulgar leyes anti-indígenas, como la llamadas «Leyes de tierras», como la Ley 26505 y la Ley 26845 o de Titulación Individual de las Comunidades de la Costa a través de las cuales están desmantelando estos núcleos de resistencia indígena.

    Estas leyes anti-constitucionales, sin embargo, no han tenido una reacción proporcional de los sectores afectados, fundamentalmente porque los indígenas peruanos no tienen a su alcance el conocer o desconocer tales leyes; simplemente el Perú oficial o «formal» tiene una «órbita» que no llega al conocimiento indígena, es decir la exclusión crónica ha creado espacios estancos y selectivos, separados por «exclusas» sociales, económicas, idiomáticas, educativas, comunicacionales, constitucionales, legales, etc. esto es el racismo estructural o sistémico. Y esto es grave, porque tal como avanzan estas relaciones peligrosas entre los pueblos que componen el Perú, todo parece indicar que se avanza a una colisión inexorable entre la sociedad «formal», oficial, o «blanca» a secas, y la sociedad indígena, que no por «invisibilizada», deja de resistir, cohesionarse y como en Ecuador y Bolivia, REESTRUCTURARSE .

    El hiper-racismo peruano, es definitivamente un racismo sui-generis. Pese a sus macro-dimensiones no es «evidente». Es un racismo «encapullado» al sistema, actúa de la forma más subliminal o soterrada posible, lo que le da características de fenómeno «oscuro» u oculto. Estos prejuicios raciales se reproducen a nivel de la subjetividad familiar y social, pero su actividad es mas subjetiva individual, porque es un fenómeno ambivalente, se expresa en el interior de los individuos en forma activa y pasiva; es decir, es el individuo que lo sufre, también el que lo ejerce sobre los demás y lo que es peor: sobre si mismo. En el Perú, desde la mas tierna infancia nos enseñan a odiar nuestro ser indígena o nuestra «parte indígena» (que es el drama de los mestizos)

    Esto a su vez provoca que el racismo sea un fenómeno escalonado o espectral; mejor dicho, cada persona individualmente, sabe que es mas o menos indígena con respecto a otro, que es más indio o más blanco según el caso del que se trate. Así, el llamado mestizaje, no es otra cosa que un puente de un solo sentido a través del cual, el indígena deja de serlo, poco a poco, para convertirse en un ente no-indígena. Y este es el efecto mas trágico del racismo peruano, es el sistema o estructura social global, el que convierte a los seres humanos en individuos aculturados» (en expresión de J.M. Arguedas). Los indios que «dejan de serlo», no se convierten en «criollos», «blancos» u «occidentales», sino en una especie de humanos «murciélagos» que vacilan en un limbo donde a veces parecen indígenas y otras veces, caricaturas de occidentales A este fenómeno algunos autores lo han llamado BASTARDISMO, que es el «caldo» o «ambiente» donde se cuece el RACISMO ESTRUCTURAL PERUANO.

    Este prejuicio racista se reproduce como un virus mental o «peste», porque, a nivel social ser indio es un desvalor extremo, es decir nadie «en su sano juicio quiere ser indio»; aunque se le reconozca vergonzantemente «como parte» de la identidad individual (hoy soy indio pero no lo seré mañana… o, soy algo indio pero mañana seré menos…, o mis hijos serán menos indios que yo, etc), siempre «existirá una salida», pues siempre, para los indígenas y mestizos, esta presente la expectativa de «dejar de ser indígena», como algo natural, procesado por la sociedad «blanca», por la economía, por la educación, por las leyes, etc…, finalmente por los genes de una pareja «mas blanca» (si es que tiene «la desgracia» de emparejarse conmigo). Este proceso esta íntimamente identificado con el «progreso», la «modernidad» , la «globalización»…finalmente con «la evolución natural de ser humano».

    De esta forma la discriminación racial se ha convertido en algo sistémico, propio del sistema, es parte vital de esta estructura social. El prejuicio racial ha hecho carne en el sistema, las taras de los mecanismos del colonialismo subsistente han elaborado en la experiencia histórica de dominación de los indígenas, una estructura de códigos de comportamiento, de formalidad legal, de empatía y anti-patía y otros mecanismos en donde no hace falta la marginación directa o evidente, basta el encubrimiento de los factores sociales, económicos, legales, educativos y de comunicación.

    Este racismo peruano ha creado estamentos sociales que están delimitados racialmente, las fronteras son rígidas y su rozamiento causa mucha angustia social e individual cuando intentan juntarse o mezclarse. En el Perú todos tienen «su» sitio, cada uno sabe bien a donde le corresponde ir y a donde no, cada uno sabe con quien se junta y en calidad de qué, cada uno sabe de qué opina y cual es la forma de dirigirse a cada quien. La discriminación racial y el racismo y sus mecanismos sofisticados «a la peruana», son ya una «rica» herencia y patrimonio cultural criollo de nuestra sociedad, *que es necesario estudiar en profundidad y no solo superficialmente como se ha venido haciendo*.

    Sin embargo esta tarea de describir y analizar críticamente la estructura de conformación histórica y actual del prejuicio racial y del RACISMO ESTRUCTURAL en el Perú, es una tarea difícil, sino imposible, por sus dimensiones, implicancias, y por su naturaleza MARGINAL Y EXCLUIDA. ¿Habrá algún Instituto, Universidad, Fundación u ONG, o medio de comunicación, que quiera desnudar la naturaleza pervertida de la sociedad racista peruana?.

  2. AGUSTIN

    Mucha pena me ha causado al leer el contenido de la Barbarie informacion, afirmo porque a travez de los siglos la humanidad se ha culturizado de diferentes formas, para salir del medio donde se encontraba, a nosotros los indiginas nos ha tocado en este siglo presente aportar con un grano de arena, para seguir construyendo nuestros usos y costumbres, y luego seguir desarrollandonos porque tenemos el pleno derecho a nuestra existencia, por eso mi afirmacion viva la Nacion Aymara,.. WALI CHIAMAMPI SARTAÑANI, JILATANAKA, INTI ASAKI KANTAÑANI TAKENPACHATAKI,…

Deja un comentario

Usted debe estar logueado para escribir un comentario.