USA: «Este indiecito va a estar unos tres o cuatro meses de presidente…»

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    Evo Morales en diálogo con la BBC de Londres

Lola Almudévar BBC de Londres
Evo Morales Presidente boliviano(BBC).- Cuando el presidente de Bolivia Evo Morales se dirige a las multitudes es como si estuviera lanzando golpes al aire con cada oración. No hace ningún esfuerzo por ocultar sus emociones. El día que nos reunimos, se comprometió a donar la mitad de su salario mensual -US$950- para ayudar a las víctimas del terremoto de Perú.

Sus críticos dirán que esta última acción es un intento de desviar la atención de la discordia política que atraviesa el país. Pero Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, dice que está acostumbrado a estos ataques.

Se encoge de hombros y dice: «Siempre habrá problemas. Lo que yo veo es que es imposible cambiar sin una resistencia». Morales luce una chaqueta negra de lana, con una franja de bordado tradicional. Su flequillo grueso y brillante cae sobre sus ojos cansados. Estamos en una larga sala, amueblada con espejos de marcos dorados y aparadores espléndidos, en el palacio presidencial.

Hace poco más de 18 meses, él estaba afuera, gritando y bloqueando carreteras para hacerse oír. Ahora está poniendo todo su empeño en introducir, desde adentro, un controvertido programa de cambios sociales.

Nacionalización
A los pocos meses de ocupar su cargo, puso la industria energética bajo control estatal. Se les dio seis meses a las empresas extranjeras para que vendieran por lo menos el 51% de su participación y negociaran nuevos contratos o salieran del país.

La nacionalización hizo temblar al sector energético, pero Morales dice que, como resultado, Bolivia se está enriqueciendo. «Empezamos a descolonizar Bolivia», dice, «eso nos ayuda bastante para empezar a cambiar y vamos a continuar». Pero para que el país se beneficie de sus ricos recursos de hidrocarburos y minerales, tiene que atraer inversiones extranjeras.

Inversiones
Según algunos analistas, la mala infraestructura y las políticas radicales de Morales han disuadido a los inversionistas. Incluso él admite que su primer año fue decepcionante, en términos de captar inversiones extranjeras, pero dice que, antes de fines de 2007, Bolivia habrá atraído más de 4.000 millones de dólares en inversiones.

Morales está presionando a las compañías extranjeras de gas que operan en el país para que presenten sus planes de inversión. «No estamos hablando de expulsar a las empresas», dice. «Las empresas siguen trabajando pero, como dueños absolutos de esos recursos naturales, tenemos que empezar a recuperar y entregar a las empresas que sí pueden invertir (porque) necesitamos socios».

Hoja de coca
Morales no es un político común y corriente: se pasó años defendiendo, a nivel de las bases, el uso tradicional de la hoja de coca. Ahora lucha por la coca en el frente diplomático, tratando de que se cambien las leyes internacionales para que Bolivia pueda exportar productos tradicionales de coca.

Morales dice que Bolivia está erradicando sus plantaciones ilegales, pero que la comunidad internacional podría esforzarse más por luchar contra las drogas. «Si hay una ley dura contra la hoja de coca, ¿por qué no puede haber una ley dura contra el consumidor de la cocaína?», dice. «Los gobiernos deberían enfrentar y acabar con el secreto bancario», señala, con las manos extendidas.

«El secreto bancario es para el lavado de los dólares, es para los corruptos». «Todos los presidentes, a la cabeza de Naciones Unidas, deberían acabar con el secreto bancario: es la mejor forma de encontrar a los narcotraficantes».

Relaciones regionales
Cuando el presidente habla de las relaciones de Bolivia con Cuba y Venezuela, se le ilumina el rostro. Para él, ésos son los amigos que están ayudando a desarrollar a su país. «Los cubanos han instalado 11 centros oftalmológicos en Bolivia, en los que se han operado más de 120.000 pacientes gratuitamente», dice, inclinándose. «¿Qué nos pide Cuba? Cuba no nos pide: ‘Vamos a ser dueños de un centro minero. Vamos a ser socios del petróleo’. Nada».

Le digo que, según algunos de sus críticos, él está sustituyendo lo que él llama el imperialismo estadounidense por el imperialismo venezolano. «La cooperación de Venezuela es incondicional». «Son relaciones internacionales de respeto mutuo, entre países, entre gobiernos y entre pueblos».

Estados Unidos
Según él, eso es lo que falta en las relaciones con Estados Unidos. «Desde el primer día, dijeron: ‘Este indiecito va a estar unos tres o cuatro meses de presidente. Que se divierta un rato'», señala. «Ahora dicen: ‘Este indio se va a quedar por mucho tiempo. Hay que hacer algo'». «Ese hacer algo es como buscar cierta confusión, la desestabilización».

Asamblea Constituyente
La desestabilización a que se refiere es una campaña regional para trasladar los poderes ejecutivo y legislativo de La Paz a Sucre, transformando a Sucre en capital única. El tema ha llegado a un punto muerto en la asamblea establecida por Morales para preparar una nueva constitución.

¿Corre peligro la asamblea? «Tengo mucha esperanza y fortaleza de que va a terminar la Asamblea Constituyente», dice Morales. «Y si fracasa, si se cierra, es justamente (por culpa de) esa gente que no quiere cambiar las normas profundas, no quiere una revolución democrática, pacífica y cultural, además de eso, no quiere perder sus privilegios».

El presidente de Bolivia lleva 45 minutos sentado a mi lado y, con una voz suave, ha defendido su desempeño y ha criticado a sus oponentes. «Cuando nos equivocamos decimos: ‘Nos hemos equivocado’. ¿Quién no se equivoca?», dice. «El problema es reconocer nuestros errores y es la gran ventaja que tiene nuestro gobierno, sobre todo, el tema de la honestidad».

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