Jeanine Áñez, la Penélope boliviana

Jeanine Áñez, la Penélope boliviana en la cárcel de Miraflores

Jeanine Añez Chávez
Ex autoproclamada del Estado Plurinacional de Bolivia
Centro Penitenciario Femenino de Miraflores
La Paz – Bolivia

De mi mayor consideración:
Durante este último tiempo, usted ha escrito dos cartas dirigidas al pueblo boliviano. Además, ha concedido una entrevista al periódico ultra reaccionario “El Deber” de la ciudad de Santa Cruz. Quiero informarle que he leído las cartas y la entrevista minuciosamente. Me ha extrañado mucho el formato de las misivas.

Por un lado, son cartas que bien pudieron ser escritas por cualquier adolescente en hojas de cuaderno, mal redactadas, con errores ortográficos, repeticiones innecesarias, palabras ilegibles, bajo nivel intelectual y, sobre todo, con una letra inestable que sale de un puño macabro. Lo que usted ha escrito refleja, sin ningún género de dudas, su personalidad despótica.

Usted desea sensibilizar a los lectores hipócritamente con frases como “esta mujer madre”, “Dios los bendiga”, “mucha salud para todos, también para mis carceleros”. Dicho de otra manera, usted utiliza expresiones amables y de color rosa para encubrir su maldad y el odio que lleva, en sus entrañas, contra los militantes del MAS y contra los pueblos originarios.

Por otro lado, me imagino que su presión llega hasta las nubes. Y, en consecuencia, usted se encontraba en un estado de locura cuando escribió esas cartas. O quizá, usted adolece de amnesia.

Le escribo porque usted miente con su cara dura sin maquillaje. Y esta falta no puede pasar por alto. Pues, tomando en cuenta las persecuciones políticas, insultos, represiones, amenazas, violencia, incendios de casas privadas, de Instituciones Estatales como el Tribunal Electoral Departamental en Sucre y los crímenes de lesa humanidad que se cometieron desde el primer instante que usted usurpó el poder en Bolivia; nadie absolutamente nadie, en su sano juicio, escribe cartas de tal magnitud, ni da entrevistas basadas en el embuste y el cinismo.

Usted no comprende bien el sentido de lo que significa las palabras: democracia, dictadura, libertad, terrorismo, pacificación, golpe de Estado, etc.

Usted fue una comedida sin causa ni principios éticos y morales. Su atrevimiento pudo más que su ignorancia. Y, como resultado, no se dio cuenta que usted era una marioneta de los fascistas que se reunieron en la mal llamada “Universidad Católica”, casa de estudios con claras simpatías reaccionarias. Fueron esos hombres de corbata sucia que la eligieron a usted para gobernar Bolivia. Pero ellos no tenían ningún mandato ni autorización del pueblo. Todo estaba planificado de antemano.

Así lo dijo su compinche, Samuel Doria Medina del Frente de Unidad Nacional, en presencia de Susana Rivero y Adriana Salvatierra, representantes del MAS en aquella reunión: “Con ustedes o sin ustedes tenemos nuestro plan B”. Evidentemente, usted nunca fue del plan A. Usted jamás jugó un papel importante en la política de Bolivia. ¿Quién la conocía? Los miembros de la familia Añez vienen de clase media pobretona, y nunca hicieron algo bueno por Bolivia.

Y cuando la llamó por teléfono el ultra fascista y agente de la CIA en Bolivia, Jorge “Tuto” Quiroga, para que se haga cargo del Estado Plurinacional de Bolivia, usted alegremente aceptó. Y además, según la periodista María Galindo, usted exigió 200 mil dólares; dinero que supuestamente había llegado desde Washington. Pero muy pronto salió a luz la ineptitud que le rodea.

Usted pensó que gobernar un país es como administrar un garito, un casino o un burdel. Y así armó su Gobierno con una sarta de delincuentes, unos mejores que otros. Su único objetivo era robar al Estado. Asimismo, instaló en su Gobierno un nepotismo en grado superlativo. Y claro, toda la “prole Añez” llegó como moscas a la miel.  Es decir, ocuparon cargos que no se los ganaron por méritos. Por lo tanto, estafaron al Estado boliviano por concepto de salarios. Y estoy seguro que robaron de las arcas del Estado para asegurar el resto de su vida sin trabajar.

Aquí va una lista de personas que asaltaron cargos públicos:

Carolina Ribera Áñez (su hija mayor y mentirosa. De tal palo, tal astilla) fue representante de la Unidad de Apoyo de Gestión Social de la Presidencia.
Andrea Áñez (prima de J. Áñez) fue directora de Vivienda Social, fue destituida.
Pablo Alejando Áñez (gastrónomo, sobrino de J. Áñez) fue gerente de Ende-Bolivia, Servicios y Construcciones.
Luis Alberto Áñez (primo de J. Áñez) fue el viceministro de Desarrollo Rural. Brishellen Áñez (sobrina de J. Áñez) fue directora de protocolo, Casa del Pueblo.
Rodrigo Áñez (sobrino de J. Áñez) fue Director Nacional del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas.
Rodolfo Áñez (sobrino de J. Áñez) fue Gerente de Zona Franca Cobija. Gustavo Serrano (yerno de J. Áñez) fue Viceministro de Autonomías.

Debo recordarle que durante el Gobierno constitucional de Evo Morales Ayma como el de Luis Arce Catacora, ambos elegidos en las urnas por el pueblo y con amplio margen de triunfo, siempre hubo democracia. Cuando Evo Morales era Presidente había libertad de expresión, incluso lo insultaban. La mayoría de los medios de comunicación, manejados por la oligarquía de la ultra derecha, escribían cientos de artículos en contra de Morales y del MAS-IPSP. No había persecución a los periodistas, nadie quemaba casas, nadie cerraba las radios, no salían a las calles militares armados, tanques, ni volaban aviones de guerra por el cielo de Bolivia.

El actual Presidente, Luis Arce Catacora, ha ganado con el 55,14% de los votos, ¿qué le parece? Eso se llama “democracia”. Por lo tanto, usted no escribe desde la cárcel de la dictadura, sino más bien desde la cárcel de  justicia. Hoy en día no existe persecución política en Bolivia. Esa afirmación “fabricada”, corresponde al fascismo boliviano que no quiere aceptar su derrota, y lo que busca es impunidad para todos los criminales de su Gobierno. El pueblo boliviano solo quiere justicia y nada más.

Y aprovecho para preguntarle:
¿Cuántos votos ha obtenido usted?
¿Cuánta gente había en el Palacio Quemado cuándo usted violó la Constitución Política del Estado?

Es cierto, la lucha por la democracia en Bolivia ha tenido muchas víctimas como por ejemplo Luis Espinal, Marcelo, Quiroga, dirigentes sindicales, las víctimas de Senkata, de Sacaba, mineros, campesinos, etc. Todos ellos eran personas honestas con altos valores cívicos que dieron su vida para defender la democracia, los Derechos Humanos y los recursos naturales de Bolivia.

Querían cambiar las estructuras de la sociedad boliviana colonialista, racista y clasista. Querían tomar las riendas de las fuerzas productivas. Para luego distribuir los excedentes de los recursos naturales en infraestructura y, sobre todo, entre bolivianos y bolivianas. Y el MAS-IPSP, con Evo Morales a la cabeza, logró ese objetivo.

Pero bajo ningún punto de vista, usted puede compararse con esos patriotas que su anhelo era ver desarrollo en el país que los vio nacer. Usted no conoce la historia de Bolivia. Usted ha violado la Constitución Política del Estado. Usted lleva el fascismo en la médula espinal. Usted es acomplejada, y cree que por sus venas corre sangre azul. Por eso, ha rechazado su origen genético, pintándose el pelo para diferenciarse de las mujeres bolivianas.

La valiente periodista María Galindo escribió, en el periódico Página Siete, un artículo titulado “Jeanine: ¿usurpadora, sustituta, subalterna?”. Muy acertado por cierto. Dice entre otras cosas: “La imagino de niña, correteando pata pila o con chinelas heredadas, como la niña morena de entre cientos de niñas morenas que aprenden, antes que a leer, a odiar el color de su piel y sus cabellos, porque a ese remoto lugar donde no llegó el Estado, llegó Barbie y Coca Cola, anunciando felicidad.

Una de esas niñas barbieficadas es hoy nuestra presidenta, la que gracias a la rubia cabellera logró separarse y distinguirse de su grupo social. Su Rubificación no puede ocultar los pómulos y los ojos rasgados, de un origen que la ha colocado en la historia como enemiga de sí misma. Su odio a lo indio es de todos los odios el más doloroso, porque es un odio contra sí misma”. (Lea por favor: https://www.paginasiete.bo/opinion/maria-galindo/2019/12/18/jeanine-usurpadora-sustituta-subalterna-240715.html)

Seguramente desde muy temprana edad, usted aprendió a despreciar el color de su cabello, y a odiar a los indígenas de Bolivia. A pesar de que usted misma, como señala Galindo, tiene rasgos indígenas. Inmediatamente después de arrebatar el poder, usted empezó a comprar ropa extranjera (con dinero del Estado), y a embadurnarse la cara con un kilo de maquillaje.

Quizá para ostentar, ante el mundo, de ser una mujer europea (!). En realidad, para lo único que usted sirvió, fue para insultar a Evo Morales y a los indios. ¿Se acuerda cuando escribía “tuits” con mensajes racistas?

Como por ejemplo:
“Sueño con una Bolivia libre de ritos satánicos indígenas, la ciudad no es para los indios que se vayan al altiplano o al chaco!!” (14-04-13, 05:24 p.m.)

“Que año nuevo aymara ni lucero del alba!! Satánicos, a Dios nadie lo reemplaza!!” (20-06-13, 11:15 a.m.)

“Aferrado al poder el pobre indio” (05-10-19, 14:54 p.m.) Este tuit fue escrito 15 días antes de las elecciones acompañado de una caricatura de Evo Morales.

En los tres mensajes hace alusión a los indios, y no puede ocultar su fobia, su rencor y su antipatía contra los pueblos originarios. Usted pertenece a ese “cholaje blanco” del que hablaba el escritor Fausto Reinaga.

En las dos cartas que escribió, asegura usted que jamás fue terrorista, que asumió la presidencia por sucesión constitucional y, además, para “pacificar Bolivia”. Afirma también que no hubo golpe, sino más bien hubo fraude.

Vayamos parte por parte. En primer lugar, usted junto a un puñado de bandoleros, se autonombró presidenta de la Cámara de Senadores sin quórum. Es decir, sin votos de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Este acto constituye una violación flagrante a la Constitución Política del Estado.

La intervención de un militar como, Williams Kalimán, sugiriendo la renuncia de un Presidente elegido democráticamente, es un acto de amenaza y un quebrantamiento de la democracia. Los militares, en todas partes del mundo, no se involucran en asuntos políticos. A no ser que sea un golpe de Estado, como lo fue en el caso de Bolivia. Dígame por favor ¿En qué país del mundo los militares  “sugieren la renuncia” de un Presidente?

El hecho de que un militar le coloqué la banda presidencial, la intervención de militares y policías utilizando la fuerza bruta, la injerencia de EEUU, de Inglaterra, de Brasil, de la Unión Europea en asuntos internos de Bolivia, el informe falso sobre las elecciones en Bolivia por parte de la OEA, la intromisión nefasta de Almagro, lo ocurrido en la Universidad Católica de La Paz y lo que vino después que usted asumió la presidencia; converge hacia el golpe de Estado en noviembre de 2019.

Usted afirma que hubo fraude
¿Y por qué no lo comprobó durante casi un año que estuvo en el poder ilícitamente? Ni usted, ni Almagro, ni Instituciones gubernamentales han logrado demostrar fehacientemente que, en Bolivia, hubo un fraude electoral. Al contrario, varios estudios internacionales y de universidades prestigiosas sostienen que “no hubo evidencia de fraude en Bolivia”.

El Decreto 4078, firmado por su puño y que exime a los militares de cualquier responsabilidad penal, ha servido de luz verde para que las fuerzas castrenses maten a personas indefensas como campesinos, estudiantes, mineros, militantes del MAS, etc. Y en consecuencia, murieron 36 personas masacradas en Senkata, en Sacaba y en otros lugares del país. Eso se llama “Terrorismo de Estado”, y no “pacificación” como usted manifiesta.

Durante su Gobierno dictatorial muchas personas fueron heridas de bala por el Ejército, insultaban, pateaban a mujeres de pollera, los grupos paramilitares “Unión Juvenil Cruceñista” y la “Resistencia Juvenil Cochala” amedrentaban al pueblo, miles de personas fueron arrestadas ilegalmente. Se introdujo la tortura como instrumento de poder.

La Whipala fue quemada por los opresores, se llevaron a cabo violaciones sexuales contra mujeres indígenas “por las fuerzas del Estado como estrategias de control e imposición de poder” (informe realizado por la Delegación Argentina en Solidaridad con el Pueblo Boliviano).

Las amenazas, las persecuciones políticas y los atropellos a los Derechos Humanos eran el pan de cada día. La gente que no era afín a su partido, los que no compartían los ideales del fascismo; vivían con pavor en las entrañas. Sepa usted, señora Añez, que cuando un pueblo vive bajo estas condiciones de opresión, no existe la democracia ni la libertad.

En plena pandemia, cuando muchas personas murieron a causa del Covid-19, usted estaba metida en transacciones turbias para comprar un departamento, con el dinero de los bolivianos y las bolivianas, en un condominio lujoso en Trinidad.

Para camuflar esta compra ilícita, se presentó una carta de un Banco privado que certifica que usted obtuvo un crédito. Y ese “crédito” salió en tan solo un día de gestión (!), en un país en donde piden una serie de requisitos para obtener un crédito bancario. Y que además, puede tardar meses. Justamente a ese departamento, en el que usted trataba de ocultarse en el interior de una baulera debajo de un somier, llegaron los uniformados para su captura.

Pues ahora usted vive cómoda en la cárcel de Miraflores
El Gobierno de Luis Arce Catacora, ha habilitado un ambiente seguro y especial para su estadía. Usted tiene acceso a médicos internos y externos a su disposición. Tiene acceso a agua potable. Su habitación está equipada con calefacción. Si bien usted rechaza la comida de la cárcel, su hija le suministra hamburguesas de Burger King, tiene acceso a medicamentos, ha recibido visitas de otras personas, puede conceder entrevistas desde la cárcel. Le han proporcionado oxígeno, monitor cardiaco e instrumentos que exige su cuadro clínico. Como dijo el Presidente Arce “tiene todo en la cárcel”. Eso es democracia.

Pero a pesar de todo, ¡qué injusta es la vida! Usted es una asesina por definición, y goza de tantas comodidades. En cambio otras personas de la cárcel y fuera de la cárcel, no disfrutan de ese bienestar. El pretexto de que usted debe ser internada en una clínica, es una trampa de los hampones fascistas de su calaña. Ellos están detrás de la impunidad. Nada de eso, señora Añez. A usted, no la salva ni Jesucristo bajado del cielo.

Usted goza de una situación confortable. Nadie la tortura, nadie le corta el pelo a la fuerza, nadie le hace caminar descalza entre piedras y vidrios por más de siete kilómetros, nadie le amenaza de muerte, nadie le pinta el pelo de rojo y no tiene a miles de asesinos por su detrás. A todo eso fue expuesta, Patricia Arce, la ex Alcaldesa de Vinto (Cochabamba).

A decir verdad, usted se encuentra en un ambiente placentero con muchos derechos. El ex Ministro del Interior, Carlos Romero, fue secuestrado brutalmente en su propia casa. Cortaron la llave de agua potable. No tenía alimentos. Vigilaban su casa día y noche.

No dejaban entrar ni salir a nadie. Le insultaban, no le dejaban dormir y lanzaban petardos por las noches. Le gritaban “maldito vas a morir por inanición”. Se burlaban de él, llegaban en camionetas cargados de comida, y vociferaban “mira cómo comemos”.

Los autores: Un grupo de criminales llamados “La Resistencia”, a los que su Gobierno fomentó. No se puede olvidar los abusos, a los Derechos Humanos, que usted ocasionó en Bolivia. A esas violaciones se suma los negocios fraudulentos: la compra de los respiradores con un sobreprecio abismal, la donación ilegal de 33480 hectáreas al avezado delincuente Branko Marinkovic, el préstamo ilegal de USD 346,7 millones del Fondo Monetario Internacional y que actual Gobierno lo devolvió en su totalidad, pagando USD 25 millones en comisiones.

La ampliación ilegal del contrato de servicios de Funda Empresa, la compra sobrevalorada de gases y armas de Estados Unidos para oprimir al pueblo, la donación de Japón a Bolivia por la suma de USD 4.5 millones destinados para el Sistema de Salud, el desfalco a YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) por la suma de USD 1,2 millones que “debía ser destinado” para contrarrestar el Covid-19, el desfalco a ENTEL (Empresa Nacional de Telecomunicaciones) por el valor de casi USD 400 mil que su Gobierno entregó a una empresa fantasma del Perú, alegando “el mejoramiento de fibra óptica en Bolivia”, la postergación ilegal de las elecciones, etc, etc.

No puede haber impunidad señora Añez
Usted y sus ministros tienen que responder a dónde fue a parar ese dinero. En su Gobierno murieron muchas personas por el Covid-19 a falta de respiradores, y nadie ha recibido un solo barbijo de parte de ustedes.
Usted es una vende patria por excelencia. Y como tal, ha hecho mucho daño al país.

En la entrevista al periódico “El Deber”, usted dijo: “Soy mujer y somos más sensibles con el dolor de la gente”. No sea ridícula por favor. No sea sinvergüenza. Sus declaraciones indignan hasta la pared del frente.

Si usted es sensible:
¿Por qué ha dado orden para que los militares maten a los más vulnerables?
¿Por qué no facilitó respiradores al pueblo cuando moría la gente implacablemente?
¿Por qué usted manchó de sangre el territorio boliviano?
Su Gobierno fue la dictadura más salvaje en toda la historia de Bolivia desde 1825.

Iglesia Católica
Usted no es una verdadera cristiana como “quiere mostrarse”. Solo utiliza la Biblia para oprimir. Es decir, practica el fascismo clerical. Usted ha violado muchos de los diez mandamientos de la Iglesia Católica que, lamentablemente en Bolivia, ha demostrado tener tendencias fascistas.

El Segundo Mandamiento reza: No tomarás el nombre de Dios en vano. Usted ha tomado la Biblia y el nombre de Dios en el momento que se apoderó del Palacio Quemado. Todo fue en vano porque no siguieron los pasos de la religión cristiana, no amaron al prójimo, pisotearon la democracia, etc.

Quinto Mandamiento: No matarás. Usted firmó el Decreto 4078 para matar al pueblo.
Sexto Mandamiento: No cometerás actos impuros. Durante su Gobierno se cometieron los actos más impuros que se pueden registrar en la historia de Bolivia.
Séptimo Mandamiento: No robarás. Usted, sus ministros, toda la “prole Añez” y otros involucrados en su Gobierno, han robado hasta más no poder.
Octavo Mandamiento: No darás falso testimonio ni mentirás. Su Gobierno no ha hecho otra cosa, sino dar falsos testimonios y mentir de manera descomunal.
Décimo Mandamiento: No codiciarás los bienes ajenos. Ver respuesta de séptimo mandamiento.

Es decir, usted no puede estar en libertad, porque sería un insulto a la inteligencia, un revés a las familias de los muertos en Senkata, en Sacaba y en otros lugares de Bolivia. Sería como perdonar a Idriss Débay, el recién fallecido dictador de Chad, a los genocidas de Ruanda, a Yahya Jammeh, el ex dictador de Gambia, al fallecido dictador Augusto Pinochet, al fallecido dictador haitiano Jean Claude Duvalier, etc.

Hay muchas masacres en Bolivia perpetradas por las dictaduras militares. Algunos ejemplos son: La Masacre de la Calle Harrington, la Masacre de Todos Santos, la Masacre de Catavi, la Masacre de Octubre, la Masacre de San Juan y ahora se incorpora la Masacre de Senkata y Sacaba.

Si los partidos de ultra-derecha, Creemos y Comunidad Ciudadana, no colaboran para un juicio de responsabilidades contra usted, muy bien. Entonces usted será juzgada en tribunales internacionales. Usted debe cumplir 30 años de cárcel sin derecho a indulto.

Quizá usted pueda ocupar la celda de Luis García Mesa, otro dictador asesino. En un hipotético caso, si usted sale en libertad: El Illimani explotará en una erupción de piedras, el lago Titicaca se desbordará, la Virgen del Socavón de Oruro y el Cristo de la Concordia de Cochabamba, irán por su detrás para cogerla del cuello y conducirla donde usted debe estar: la cárcel.

Déjeme confesarle un secreto. Desde el primer segundo que usted usurpó el poder en Bolivia. Y más aún, viendo los crímenes de lesa humanidad durante su gestión, siempre he pensado que a usted le persigue el destino que asumió Alan García, ese corrupto que tuvo miedo enfrentar a la justicia del Perú.

La vida es una tómbola señora Añez. Ayer usted y sus ministros envalentonados, protegidos por el Ejército y la Policía, arremetían contra los más débiles haciendo salpicar sangre por todas las ciudades de Bolivia. Hoy, esos mismos militares y policías, la capturaron en Trinidad para que sea sometida a varios juicios de responsabilidades. La mayoría del pueblo boliviano pide justicia, un atributo de todos los seres humanos con alto grado de consciencia.

Un pasaje de la Biblia cuenta la historia de Acán, personaje que había robado cosas de valor. Y entonces “la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel”. Acán, su esposa, sus hijos, cómplices del robo,  fueron llevados al Valle de Acor. Josué le preguntó: ¿Por qué nos has acarreado la desgracia? “Que el Señor descargue sobre ti esa misma desgracia en este día”. Entonces, todos ellos fueron apedreados, sin clemencia, hasta la muerte. Todo quedó en paz y “Jehová se volvió del ardor de su ira”.

La ciudad no es para usted señora Añez, la cárcel es su destino. Ahora tendrá que pasar 30 “años nuevos aymaras” aferrada a los barrotes de la cárcel, y ver caer el alba a cuadros. El poder en Bolivia está en manos de un Gobierno que defiende los derechos de los trabajadores, de los más débiles y de los indios a los que usted odia. Nunca más podrá asaltar la presidencia de Bolivia.

Así como usted tuvo coraje para apropiarse de la presidencia, pues ahora debe tener el coraje para enfrentar los juicios en su contra. Prepárese mentalmente para cumplir su condena. Está muy bien que se dedique a tejer como usted asegura. No necesita mucha lana.

A partir de ahora, usted será la Penélope boliviana en la cárcel de Miraflores. Durante el día puede tejer frenéticamente un suéter o algo por el estilo, exhibiéndose ante los carceleros. Y por la noche, cuando su consciencia le golpeé a martillazos, podrá destejer su prenda impregnada en sangre. Será entonces la oportunidad para que Jehová deje el ardor de su ira.

Por último: ¿Por qué, usted, ha acarreado tanta desgracia, al pueblo boliviano?

Atte: Javier Claure C.

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